martes, 31 de agosto de 2010

Balcones poéticos


Hablar. Paseando por las calles bellas, de balcones llenos de flores. El agua susurra con su canto cuanto guardan las fuentes. Hablar. Escuchando el silencio de las piedras que muestran el camino. El blanco manto encalado por fuera, hasta el interior de los patios perfumados. Hablar. Es el azahar de los verdes y los jazmines, musicalidad del aire poético. Hablar. Escuchar desde los balcones en la luz del poeta, con la quietud de la noche tranquila que suena como el agua. Hablar. La voz es cantar del poeta, hablar de Miguel Hernández, desde sus balcones florecidos. Hablar. Balcones poéticos. Hablar. Balcones de Córdoba.

2 comentarios:

Ars Operandi dijo...

Todo muy poético, Segura, estamos de acuerdo, pero dile a tus lectores el calorazo que pasaste en Córdoba, jajajaja.

Segura dijo...

Así es amigo Álvarez. Pero Ud. bien sabe que ese calor en ná, cuando paseas por sus calles, se disipan los grados en el blanco de sus encaladas paredes de tanta belleza.