A la práctica totalidad de seres sensibles, les agrada ver con el tiempo una imagen, un recuerdo de la infancia. Esto puede ser contado y escrito con la poesía de por medio. Decirle a un niño cómo es que él está aquí entre nosotros, y hacerlo posible desde el relato de su propia madre, que quiere hacerle ese otro regalo en forma de libro. Su pequeña historia entre palabras y colores perfumados. Así fue este encargo que esperó al otoño para dar fruto. Aquí dejo esta sola imagen del único ejemplar que escribí y diseñé para un niño de 4 años, precioso, con el bello nombre de Omar.
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