jueves, 20 de noviembre de 2008

Al tiempo, la Primera de otoño


De cómo el agua fluye por acá o por allá; así son los pensamientos que topan con la piedra o elevación del camino, y que hacen dar un giro o cambio de sentido. 


Así cuando estaba trabajando con una composición audiovisual en torno al verano, vuelvo al otoño y la idea de sacar a la luz el proceso creativo de algo, que a principios de octubre empecé; y que espero poder mostrar antes de que finalice esta bella, –como lo son todas– estación. La obra: Primera de Otoño (título inicial en el origen "Las Olas: primera de Otoño").

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Las Olas, segunda edición impresa


Este obra editada en abril de MMVIII, con motivo del SegunDO montaje de Las Olas, recóge en XXV páginas, la muestra, conceptos, principios, sobre los que se fundamenta dicha exposición; así como parte de las obras y los textos que las acompañan.

Si está interesado en recibir una copia en formato PDF (5,5mb), envíeme un correo electrónico a la siguente dirección: lasolas@latelier.es

Luz, luces, insectos voladores y no voladores

–Como una cosa, conlleva a la otra..., he querido publicar ahora lo que recoge la página dieciocho sobre "Las efímeras"–.


«El hombre piensa y calla en la oscuridad de la noche. Algo vibra junto a la luz del farol; esos bichos –las efímeras- son solo un instante de vida. Medita.

Aquel hombre veía a lo lejos. Tenía prisa y sabía dar valor a las cosas. Dejó lo ya hecho y se entregó a su sueño –tan querido-; tomó la libertad por compañera. Puso golondrinas en el muro de su casa.

OLA
Fr. VAGUE; it. ONDA; a. WELLE, WOGE. (Del bretón HOUL, pl. De HOULENN: Onda.) Onda de gran amplitud que se forma en la superficie de las aguas. Espasa.

Un día se metió en las olas. No hay mentiras; solo un camino: El que esta por delante. Lo demás es nada.

El hombre se despereza busca muelles por las ferreterías para dar más espacio donde crezca una mar de ensueño. Busca la verdad y la llama por su nombre.

Hay una pintura que grita verdad. Muestra flores, olas huracanes, dos kilos de azul, una tormenta, un aleteo que se acaba. Y hay un hombre que escucha al ave fénix, quien le recuerda que es bueno cuidar algo tan frágil como son unos tomates, y más, si han nacido en la huerta de la mera ilusión, allá, en los tejados.

Miguel Segura, tan amigo. Hay junto a la mar de Gata una enormidad de soledades y una evidencia: Allí está, desnuda, la vida; no hay mentiras».

Texto íntegro publicado en la obra editada con motivo de la exposiciÓNarte 
"Las Olas, segunDO montaje" y que es parte, del que me regalara su autor. Mi amigo: Laureano Carriazo.