"Hijo, qué buenas están. Estas sopas hacen revivir a un muerto.
Cómelas hijo, que comiendo se puede con todo".
El llamado destino o la Divina Providencia en nuestras vidas, quiso que
yo allá por el mes del florido mayo, cuando me encontré con una mujer
que me abló de esos encuentros bajo el Arco de Ladrillo en Valladolid, a los cuales acudían ellas con sus alumnos voluntarios, con bocadillos y caldos calientes para la gente más necesitada. Eso es ASALVO, la Asociación de Alumnos Voluntarios.
Así pues, este año, será la Primera Edición de mis Sopas de Ajo Solidarias.
Lo recaudado, será destinado a ASALVO.
Vente!!! y Gracias por la difusión.