«El hombre piensa y calla en la oscuridad de la noche. Algo vibra junto a la luz del farol; esos bichos –las efímeras- son solo un instante de vida. Medita.
Aquel hombre veía a lo lejos. Tenía prisa y sabía dar valor a las cosas. Dejó lo ya hecho y se entregó a su sueño –tan querido-; tomó la libertad por compañera. Puso golondrinas en el muro de su casa.
OLA
Fr. VAGUE; it. ONDA; a. WELLE, WOGE. (Del bretón HOUL, pl. De HOULENN: Onda.) Onda de gran amplitud que se forma en la superficie de las aguas. Espasa.
Un día se metió en las olas. No hay mentiras; solo un camino: El que esta por delante. Lo demás es nada.
El hombre se despereza busca muelles por las ferreterías para dar más espacio donde crezca una mar de ensueño. Busca la verdad y la llama por su nombre.
Hay una pintura que grita verdad. Muestra flores, olas huracanes, dos kilos de azul, una tormenta, un aleteo que se acaba. Y hay un hombre que escucha al ave fénix, quien le recuerda que es bueno cuidar algo tan frágil como son unos tomates, y más, si han nacido en la huerta de la mera ilusión, allá, en los tejados.
Miguel Segura, tan amigo. Hay junto a la mar de Gata una enormidad de soledades y una evidencia: Allí está, desnuda, la vida; no hay mentiras».
Texto íntegro publicado en la obra editada con motivo de la exposiciÓNarte
"Las Olas, segunDO montaje" y que es parte, del que me regalara su autor. Mi amigo: Laureano Carriazo.
1 comentario:
Texto que, para los que le conocemos mínimamente, retrata al pintor como sus obras enmarcan los destellos de vida y entusiasmo a que nos tiene acostumbrados.
Un saludo Miguel, y felicidades a Laureano por su certera puntería.
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