Así, a escasos minutos de que finalice este lunes 20 de abril en la ciudad que le vio nacer, quiero recordar con unos breves versos suyos, su infatigable espíritu y delicada fuerza expresiva de sus versos. Si Félix Cuadrado Lomas, ilustraba sus libros de poemas, él hendía con su hazada-pluma los surcos del papel blanco de esta tierra.
«Las cosas cuando duelen
no son cuando se van,
Que son cuando no vuelven».
A MI MUERTE Y AUN POEMA
«Lo mismo que era así me iré: Sin ruido.
Callado. Solo. Allá en la ermita mía.
Será en Diciembre y lloverá ese día.
Ella nada sabrá de lo ocurrido.
Bien sé que cuando yo ya sea ido
un médico dirá: de nueumonía.
Nadie sabrá que de melancolía
de un cariño lejano no en olvido.
Ella no lo sabrá. De un calendario
en un ricón de mesilla dejo
un día señalado en amarillo.
Y ella nunca sabrá que en el armario
y en mi abrigo colgado sucio y viejo
dejé un Poema a ella en un bolsillo».
«Si la recuerda mi vida.
Que con mi sombra me creo
que ella a mi lado camina».
Pablo Ares Torres (1935-2009)
(Poemas y versos contenidos en el libro: Antología de Virgilio Ares Perier, Tomás Ares Torres y Pablo Ares Torres)
5 comentarios:
Pablitos Ares Torres era un querido amigo de mi padre. Buscando a Pablitos por internet, para mostrar a mi padre para que sirve este invento, tu entrada es de lo poco que se puede encontrar. Mi padre agradeció tu reseña y yo quería agradecértelo en su nombre.
Agradezco tu comentario y el gesto, que como todo lo que transmite sensibilidad y sentimientos, justifica por sí sólo lo que publico en mi blog.
Es bonito encontrar esto sobre mi tío Pablo.
Si bien en casa era más famoso por sus reproches que por sus versos, recuerdo aún a pesar de no tener ni diez años, cuando aparecía con la energía de un torbellino traída de Madrid, con esa voz tan ronca que siempre hablaba política, de gastronomía, pero sobretodo de una misma mujer, entre otras tantas...
Agradecido por la reseña.
Agradezco tu comentario. Yo a tu tío le conocí por poco tiempo. Más bien le pude conocer por sus poemas y el poemario "Raices que Vuelan" que me regaló, cuando yo tenía 9 años, en una sustitución que debió hacer en el Colegio del Carmen de Valladolid. Aparecío de pronto en clase de lengua con un montón de libros debajo del brazo. A mi como todos los alumnos que estábamos ese día en clase, no entregó uno dedicado de esta manera: "A mi querido alumno Miguel Ángel, con cariño, Pablo Ares". Con su firma sulta de artista.
Ese libro de poemas, con otro de cuentos rusos que andaba por casa de mi abuela y que debió de ser de mi abuelo Fermín, al que no conocí, fueron las mis dos libros de cabecera en mi infancia. Por eso, guardo tanto cariño al libro de su tío.
Posteriormente, y justo un año o dos antes de falleciera, me volví a encontrar. La "casualidad", desmontando una exposición mía en la Sala Estación Abierta de mi exposición Las Olas, SegurDO Montaje, supe que Pablo, solía frecuentar por las mañanas el café Lion D'or. Allí fue la última vez que nos pudimos ver, conversar. Él otros encuentros, sin que él en ningún momento mostrase preocupación por su salud (a sabiendas, según su hermana Milagros)nos citamos varias veces y me ragaló varios libros suyos, incluido la Antología, con los poemas de su padre, Virgilio, los de su hermano Tomás y los de Pablo Ares Torres.
Como le comenté a su hermana Milagros, el día que quedamos para que me devolviera un libro que le presté a Pablo, de Antonio Gamoneda, en los encuentros con su hermano, le hablé de la importancia de su poesía en mi infancia y inspiración que supuso en mi obra desde niño. Así, le hablé también de mi exposición árbolArmónic, 2008 (Ermita Lomos de Orios. La Rioja), en la cual una de las obras se la dediqué a él, y que la titulé como su libro de poemas: "Raices que Vuelan".
En el montaje que realicé posteriormente en la próxima y querid Medina (del Campo) En Sala del Palacio del Almirante (unas antiguas caballerizas, no lejos de donde muriera Isabel la Católica), junto a esa obra instalé otra a modo de sudario. Era una pequeña silla de esas de espectador, que ponían, recuerdo bien, en el claustro del Patio Herreriano, y que deteriorada por las inclemencias del tiempo sostenía una tela, rígida y blanca. Ese fue, junto con la despedida que hice en SpringbyWinter, sin saber aún su muerte, mi pequeño homenaje.
Yo ahora vivo en Simancas. Si algún día queréis pasar y tomando un café conocernos y hablar sobre Pablo, yo estaré encantado. Un saludo, Miguel.
También os dejo aquí, por si no los habéis visto, estas otras entradas en mi blog, en referencia a Pablo.
http://artexconcepto.blogspot.com.es/2009/04/raices-que-vuelan.html
http://artexconcepto.blogspot.com.es/2016/01/postes-de-luz.html
http://artexconcepto.blogspot.com.es/2009/05/raices-que-vuelan.html
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