Y así con los primeros días de este mayo, oclusos de grises nubes repletas de luz y agua, guardan ocultos los colores que explotan en campos y balcones. Serán verdes radiantes de verde. Rojos rebosantes de rojo, que se fusionan con anaranjados y amarillos vivos, que acompañan el tapiz por donde reina la luz de los blancos.
Flores que del verde surgís con alegre cantar; a ese barro agrietado que grita el sufrimiento de tantos meses de silencio. Ahora el viento, menos frío, armoniza musical movimiento; sinfonía en la atenta mirada, tímida, como profunda, de este sol que da la vida y la quita.
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