Atardece el verano. Junto al Lavajo las Cruces, entre cipreses y olmos del recuerdo, en la cuneta de tierra seca se levantan estas bellas plantas, que tras el verdear de otro tiempo en que florecen junto al púrpura, se muestran ahora doradas y frágiles formas. Siluetas en el cielo de Castilla. Bellas formas, secas, levantan su fruto-alimento al que acuden los jilgueros que cantan al aire libre, mientras contemplan la cuesta que se eleva hasta la Ermita de la Concepción.
Nava del Rey, 17 de agosto de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario