
Es hora en esta mañana gris a ratos azulada y lluviosa, de dar cuenta de mi intervención artística que tuvo lugar en día tan señalado, como son los treinta de octubre [ 30/10/2025] que marcan el nacimiento del mayor poeta que ha tenido el pueblo y defensor a ultranza de la libertad, Miguel Hernández. Vino a ocurrir que, decidí poner una paloma de la paz como símbolo universal, que inmortalizó el malageño Picasso, como gesto de solidaridad con Gaza y poder aportar, en este caso un velo blanco hecho con cal sobre el pavimento negro de granito de la bella Plaza San Pablo de Valladolid con una figura envolvente y . De pocos es sabido las amplias virtudes de la cal, pero lo que si es de sobra conocido, es que es un limpiador y desinfectante único y ecológico. Ese blanco, represntado por la paloma, es una metáfora que llama al viandante que ve la obra y le pueda hacer reflexionar sobre esta acción y lo que representa. Ay de mí, si he conseguido abrir al menos una de las corazas que guardan tristemente tantos insensibles corazones, con el pueblo palestino y en general con todos los pueblos que sufren, pero que ven tan lejos, tan lejos, que lo ignoran y no les causa el más mínimo desasosiego. Esa es la base primordial de esta
acciónReacción.
Aquí plasmo las líneas que acompañaron al cartel de dicha intervención.
"Mañana día 30 de octubre, se dan varias circunstancias que me animan a
escribir estas líneas. La primera es que es el día en que se celebra el
nacimiento del poeta oriolano Miguel Hernández, infatigable defensor de la
libertad, que le llevó su sino por unos y por otros a dejar su vida en la cárcel
de Alicante. El hecho de rememorar su nacimiento justo ahora, justo cuando
hace cuatro años en el que tuvo lugar el último encuentro poético ‘Hoy Nace
Miguel Hernández’, ‘CartasPoesía’, que hiciera en honor y memoria de mi
Madre allá en su querido pueblo Castronuño y Simancas, donde vivo. La otra,
me viene de lejos el ánimo que precedió a este acto, coincidiendo la crono de
la Vuelta a su paso por Valladolid, por las razones de sobra sabidas. No pudo
ser entonces, por la premura e impronta de la idea, así que me propuse
formalizar en el Registro la solicitud, que por lo que se ve, están a punto de
autorizarme (exactamente a las trece horas, que diría Gorge Orwell en 1984, salí de San Benito con los papeles firmados).
Pronunciar Gaza, equivale a una pequeña punzada en el corazón. Sobretodo
ahora que parece que la orquestación simulada ante el mundo del tratado de
paz, ha quedado, como era de esperar, tristemente, en papel mojado. Por ello
y por tantos sentimientos reprimidos ante los actos genocidas de Israel, poder
pintar un símbolo de paz en el corazón de la ciudad, ante una de las obras
más representativas, como lo es la bella fachada de la iglesia de San Pablo,
en el suelo y con cal, supone para mí, un atisbo que intenta albergar un hilo
de esperanza para un pueblo, el de Gaza, que ya ha sufrido en exceso del
impune opresor. Este pequeño testimonio artístico, lo único que pretende es
crear a través del arte un gesto, una llamada para abril los corazones que aún
siguen cerrados y romper su coraza en el sentir por Gaza. Así que, mañana
Dios Mediante, volveré a la cal, para dejar su raso blanco, sobre el duro y gris,
casi negro, suelo de grantio. Blanco de paz, que revele la figura alada de una
paloma, que como ave mensajera pueda llegar volando con su mensaje desde
el río hasta el mar a través del azul cielo"
.
mS. © 29 de octubre
lo que publicó el Norte de Castilla
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